Cambios en los paradigmas de la información como herramientas gerenciales

En esta era de la información, los buenos líderes se diferencian por hacer uso correcto y ágil de la misma, sabiendo cómo encontrarla, organizarla y analizarla de manera que el equipo de trabajo consiga los resultados esperados de la manera más eficiente posible.
El paradigma de la ¨propiedad¨ de la información ha sido relegado y sustituido por aquel de la información compartida y de una sola fuente, lo que imprime mayor exactitud a los análisis, permitiendo tomar decisiones más acertadas. La proliferación de sistemas de información con la filosofía ERP, permite que los líderes de hoy puedan tener acceso más expedito a las transacciones y eventos que suceden en la empresa, lo que les permite tener mejor ascendencia sobre los miembros de su equipo.




Al hablar de liderazgo según los nuevos paradigmas, aceptamos que el  estilo gerencial o de dirección de equipos está cambiando de la autoridad ¨organizacional¨ que poseían los jefes, por aquel liderazgo que se gana a través de la confianza y el respeto profesional y personal, soportado en la aceptación y comprensión por los integrantes de nuestro equipo, de que lo que les decimos es fidedigno, por lo que pueden seguir nuestros lineamientos teniendo la certeza de que vamos por buen camino.

Adicional al tema de la disposición de información con los sistemas basados en la filosofía ERP, tenemos el hecho de que en todas las organizaciones actuales, están conviviendo personas de diferentes generaciones que han evolucionado de una manera tan vertiginosa, en lo que se refiere a conocimiento, que debemos hacer lo posible para entender la capacidad de análisis de los demás compañeros. En otras palabras, al convivir personas de la llamada Baby Boomer ,con otros de la Generación X, Generación Y, Millenials y cualquier otra diferenciación que se esté identificando actualmente, es una tarea un poco complicada para los líderes actuales, identificar a cual de esas llamadas generaciones pertenece cada integrante de sus equipo, ya que debe dar trato personalizado para obtener el mejor provecho, de acuerdo a sus capacidades, distribuyendo las actividades requeridas para el logro de los objetivos organizacionales.


El punto tratado anteriormente es tan importante, que al entender que las habilidades informáticas de los integrantes más jóvenes de los equipos vienen “impregnadas” de esa facilidad para obtener información de variedad de fuentes, podemos apoyarnos en ellos al distribuir las tareas y dejando a otros miembros que pudieran mostrar un poco mas de dificultad en este aspecto, siendo más analíticos del volumen de información.  

Esto nos lleva a un cambio de paradigma de la rigidez del trabajo por el de la evolución o actualización, asociado al tan mentado paradigma de la “Mejora Continua” y aquello de que “lo único estático es el cambio”. No es un secreto que muchos de nosotros hemos escuchado más de una vez que “ese muchacho nació aprendido”. La idea implícita aquí indica que pareciera que las nuevas generaciones saben mucho más de las nuevas tecnologías y para ellos es más natural e intuitivo su funcionamiento. Nuevamente actualizamos el paradigma de los procesos ya descritos e implementados por el de la innovación.



Como resumen de esta participación, podemos indicar que los paradigmas, al ser “mapas de rutas a seguir” nos sirven de guía en nuestro accionar diario, tanto en el ámbito personal como en el profesional. En los últimos tiempos hemos aprendido que contar con información oportuna y de buena calidad nos permite tomar las mejores decisiones en cada oportunidad que tengamos en nuestra organización. Esto también se aplica en el amito personal, ya que al compartir con familia y amigos, también construiremos esa figura de liderazgo, basados en la exactitud y honradez de nuestra actuaciones. Al haber integridad entre nuestros pensamientos, palabras y acciones es que podremos emanar ese ambiente de confianza que nos permitirá ser líderes y guiar a nuestro equipo por el camino correcto.

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Por Neil B. Pierson S. 




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